IKER fue adoptado siendo aun muy bebe en nuestro refugio, quienes le adoptaron "tenían claro que era para toda la vida" al igual que dijeron tener claro que no le podían regalar ni vender...
La realidad fue otra, por "no poderle atender" lo regalaron, estos adoptantes sabían que en nuestra protectora existen unos teléfonos y un correo electrónico dónde pueden dirigirse en dichos casos, pero ellas obraron por pasar de todo y regalarlo. Resultado fue a parar a manos de un indigente ebrio, el cuál maltrataba a IKER. Alertadas por una vecina, nos acercamos al lugar y tras una negociación nos lo llevamos. Así fue como en abril de este año IKER volvía al refugio.
Hoy 6 meses después, Marta y su pareja han decidido darle un hogar a Iker, solo esperamos que ese hogar sea para toda la vida y Iker pueda disfrutar del calor de un hogar.
En la foto también ha querido participar nuestra querida Sucre, quizá por despedirse de su compañero o quizá porque ella también anhele tener un hogar.
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