26 de abril de 2007

CONSEJOS PARA HACER DE TU CACHORRO UN AMIGO PARA TODA LA VIDA


La conducta del perro comienza con la entrada del cachorrito en la vida de una familia;
Si en ésta no se establece un estatuto social y de relación claramente definido, donde el perrito tenga que aprender a controlar sus deseos en función de las reglas vigentes en la familia, entonces tarde o temprano se manifestarán los efectos de una conducta sin guía ni ley.
Los mamíferos sociales -y ello explica la relación del perro con el hombre- se agrupan bajo principios jerárquicos inexorables. Si en la casa no hay un líder humano , entonces el perro se convertirá en el conductor de la familia.Pero, para asegurar una posición dominante frente al perro, el humano -dueño y familia- no necesita enfrentarse forzosamente en combate con el canino rebelde. Sólo basta conocer ciertas actitudes e, imponiéndose a tiempo, cuando el animal es joven, hacerle respetar las reglas de la familia;Algunos consejos prácticos:
Comida: Establecer una estructura jerárquica ligada a los alimentos. Por adorable que parezca un cachorro, se ha de imponer la espera y, hasta que los humanos no terminen de comer, aunque pida o gima, el perro aguardará su turno. Nunca compartiremos alimento con él -es decir, esperará que finalicemos y, como en la jauría salvaje, en la familia se le recordará así su rango-un "no" dicho con firmeza, indica al cachorro quién manda (quién mandará en el futuro).Será preciso explicarles a los niños de la casa las razones por las cuales es importante proceder en esta forma, y no ser "flojos" ante el cachorrito que reclama
Mordiscos: Habrá que enseñar al cachorro a controlar sus mandíbulas; cuando mordisquee a uno de la casa se lo agarrará por la piel del cuello, levantándolo ligeramente del suelo, y advirtiéndole con firmeza: "¡No!"; de inmediato, lo soltaremos y evitaremos jugar con él durante un buen rato, para que condicione y memorice su conducta equivocada.
Territorio: El cachorrito dormirá en un lugar asignado por el dueño (por el líder de la familia). El sitio nunca será un espacio de paso obligado de las personas (pasillos, escaleras, accesos a la casa) y, de ser posible, tampoco dormitorios. Cuando el cachorro cometa una falta se lo enviará allí -a su " sitio", sin agresividad pero sin admitir la negativa del perro. No lo sacaremos de ahí para castigarlo y menos para acariciarle; el perro que se refugia en su cubil después de cometer una falta, realiza un acto de sumisión y, en las leyes caninas, NO debe soportar además ser golpeado, un castigo extra que, por instinto de la especie, por honor de la manada, obliga a responder y a rebelarse.
Separación: Para acostumbrar al cachorro a soportar períodos de soledad, tome la costumbre de "ignorarlo" 20 a 30 minutos antes de irse de la casa. Márchese con naturalidad, sin ocultarse y, a su regreso, ignórelo también, por mucho que ladre o salte para recibirlo. Acarícielo cuando se haya calmado. Si rompió algo en su ausencia, no lo riña ni amoneste (de nada serviría), y evite limpiar los destrozos en su presencia.
Ante conflictos: Comuníquese dominando, con tono firme y voz clara, sin gritos, utilizando palabras breves (cuanto más hable, más reflexionará: debilitándose la convicción del dominio). Su cuerpo -como el de un líder canino- deberá ir hacia adelante, en dirección al perro, con los hombros bien separados y el torso saliente. Mirará al perro con los ojos fijos en su lomo; jamás a los ojos del animal, pues esto equivale a una invitación al combate y, de suceder, el perro sólo responderá a los signos ancestrales como corresponde a su especie. Estas son algunas referencias de índole y jauría, para comprender al perro y sin pretensión de ser un manual de funcionamiento simplificado con que la armonía en el hogar resulta infalible. Ni qué decir, se prohíbe infantilizar al perro doméstico y considerarle sustituto de hijos o personas: su compañía será canina o no será. Respetaremos su derecho al bienestar, conociendo la biología perruna, su salud e higiene, la alimentación correcta y su psiché (sin inventar una psiquis o corregirla antropocéntricamente). De tal modo lograremos que la relación hombre perro se convierta en una fuente de placer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Blog super interesante. Gracias por este post ya que yo tengo un cachorro de Bulldog inglés que nos tiene fritos con las mordeduras. Yo también tengo un blog muy diferente al vuestro pero os pongo como link en mi blog para que la gente os visite y os conozca.

saludos.

BUX dijo...

Muchas gracias Héctor por visitarnos y por tu difusión. A ver si la gente ve los peludos que tenemos y se animan a adoptar porque estamos a tope. Y paciencia con tu Bulldog inglés que todo pasa y, es cuestión de tiempo que siente la cabeza es como los humanos!!!
espero verte más por aquí y no te preocupes que los comentarios son actualizados a diario!!, por cierto, tu blog de pelis está muy bien!!! Un abrazo