él no entendia el por qué..... por qué lo dejaban allí.... por qué se iba sin él? Pasó unos días realmente mal, salia al patio con sus compañeros y se arrinconaba, no jugaba, su mirada estaba triste, sus ojos estaban lejanos, su pensamiento..... Balto solo esperaba ver a su dueño, todos sabíamos que él ya no iba a volver, pero el pobre Balto seguía esperando...
Meritxell llegó un día para hacerle de casa de acogida, ella gran animalista y seguidora de nuestra web, sentía mucha tristeza por Balto. A los pocos días de estar con ella en casa decidió que lo iba a adoptar, y así fué como Balto ,ahora PELUD ,entró a formar parte de la vida de Meritxell.
Gracias Meritxell por darle tanto amor a Pelud y demostrarle día a día que puede confiar en los humanos por que no todos somos malos.
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