Hace aproximadamente un mes, una mañana de domingo, mientras los voluntarios, realizaban sus tareas de limpieza, mantenimiento, etc, del refugio, al otro lado del vallado un coche abría su puerta y depositaba a Greta en el suelo, el coche como ya podéis imaginar siguió su camino, Greta detras de él.
Mª Teresa por su parte, nos ha obsequiado, con mantas para que nuestros peludos pasen el próximo invierno calentitos, así como abriguitos para los más abueletes, medicamentos de uso habitual en la protectora, y con una caja llena de potitos para nuestros bebitos.
Gracias familia por tener ese corazón tan grande, y por querer tanto a los peludos, sabemos que ellos están en buenas manos.
No dejeis de mandarnos fotos tanto de Greta como de Laica.
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